El jardín de infancia de Osasuna

copaEl empate del Athletic dejó la misma sensación que los encuentros ante el Málaga o el Valladolid. Se pudo ver a un equipo inocente y dubitativo que no conoce términos básicos del tipo ‘administrar una renta’ o ‘matar un partido’.

La jugada del gol fue un claro ejemplo de ello, con el esquema táctico del equipo diluido y un Monreal que titubeó entre si hacer falta o no. Finalmente el balón acabó en el fondo de la portería. «Los partidos hay momentos en los que tienen que morir. No podemos ir hasta siete jugadores al contragolpe con el tiempo cumplido», afirmó José Antonio Camacho al finalizar el partido.

“Según se ha dado el partido no se puede pedir más a los jugadores, pero teníamos que haber matado el partido y terminar con 1-0. Era más importante terminar con 1-0 que con 2-0. Si hay seis jugadores por detrás del balón, seguro que no ocurre».

Es tarea de los jugadores más experimentados del equipo de coger la pelota en esos minutos críticos y romper el ritmo del partido. Precisamente tres de los futbolistas rojillos más destacados de Osasuna en la gélida noche de ayer han salido a la palestra.

«Hay que matar los los partidos porque si no vamos a seguir donde estamos», ha alertado Walter Pandiani, informa Diario de Noticias.  «Nosotros creamos el juego, hacemos ocasiones y somos muy superiores, pero luego cometemos errores que nos cuestan muy caros», ha añadido por su parte el defensa Sergio Fernández.

Javad Nekounam, por su parte, ha animado a todo el equipo a mejorar en los últimos minutos de los encuentros: «Tenemos que quitarnos ese miedo que nos acorrala al final de cada partido».

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